Algunos flashes se bajan de la cámara, cansados de su demandante situación.
Algunos se suben y nos hacen creer que por un segundo somos grandes fotógrafos.
Muchos se aferran a la idea de que están en el mundo para dejarnos pasmados, atónitos, deslumbrados y paralizados frente a situaciones casi religiosas.
Cuantos los que se dejan abusar pretendiendo ocupar, por un breve instante, la locura de un loco
Conocí algunos, los menos, que vagan de manera contemplativa esperando ser citados por biromes verborragicas dejando su suerte a las letras que los forman, declarando así su intención en el mundo
Están esos también, los que devoran eternidades desafiando su instante, pretendiendo ser más rápido que el fin, los que tropiezan con la vida y llegan trastabillando hasta la puerta.
